Bienvenidos.
En esta seccion, encontrarás Mes a mes un decalogo / valor diferente, PILDORITAS que te ayudarán a crecer y a valorar mas con quienes compartes TU diario vivir.
FEBRERO
Decálogo de La Responsabilidad
1. La persona responsable responde por sus actos. Por eso piensa antes de actuar y mide sus consecuencias.
2. Es responsable quien asume a cabalidad todos sus deberes y ejercita todos sus derechos.
3. “Lo que hay que hacer se hace”, -afirma Josemaría Escrivá, en Camino, -“ Sin vacilar, sin miramientos” Responsabilidad es cumplir con el deber.
4. Excusarse, justificarse, buscar pretextos o eludir compromisos, son faltas de responsabilidad.
5. Ser responsable implica tener iniciativa. No es simplemente hacer lo que debo, sino emplear todas la inteligencia para hacerlo de la mejor manera.
6. Valorar las cosas importantes, ser concientes de las repercusiones de los actos y huir de la frivolidad, son manifestaciones de responsabilidad.
7. Las consecuencias de los actos hay que asumirlas siempre, aunque la acción sea involuntaria.
8. Cuando voluntaria o involuntariamente hemos causado un mal a alguien, se debe resarcir el daño. Sobre todo si el daño es contra la fama o el honor de alguien.
9. Otros valores relacionados con la responsabilidad: la prudencia al decidir y la justicia para dar a cada uno lo que le corresponde.
10. ¿A quien hay que responder de nuestros actos? A nosotros mismos, a la familia, a la empresa, a la sociedad y a Dios.
MARZO
Decálogo de La Solidaridad
1. Solidaridad es sentirse una sola cosa con los demás: “Todos para uno y uno para todos”.
2. Sentir la solidaridad llena el corazón de seguridad, estímulo y paz.
3. El interés por la gente debe ser genuino, sus intereses ocultos que puedan enturbiar la ayuda prestada.
4. La solidaridad implica comprensión, disponibilidad, colaboración. Lleva consigo involucrarse y compartir .
5. Las manifestaciones verbales de solidaridad son importantes, pues todos necesitamos sentir el apoyo moral. Además se necesitan acciones concretas de ayuda.
6. Ningún ser humano puede sernos indiferente. Siempre existirá alguna forma de manifestar nuestra solidaridad.
7. A veces es más fácil prestar nuestra ayuda a gente lejana a nosotros, que a esas otras con las que se convive a diario.
8. El egoísmo es pagado por los demás con frialdad, lejanía y aislamiento. Se recoge lo que se siembra.
9. Es bueno pedir ayuda cuando la necesitamos. No conviene suponer que se darán cuenta. Ni dejarse llevar por el orgullo del que piensa que solo saldrá adelante.
10. Cuando en un grupo humano se sustituye competir por cooperar, se produce la unión y el logro de los objetivos.
ABRIL
Decálogo de La Honestidad
1. La persona íntegra vive lo que predica y habla lo que piensa.
2. La sinceridad consiste en decir toda la verdad, a quien corresponde, de modo oportuno y en el lugar correspondiente. Decir la verdad no implica irrespetar a nadie.
3. La persona íntegra, además, es auténtica. Hay coherencia entre lo que hace y lo que debe hacer, de acuerdo a sus principios. Vive auténticamente como un ser humano.
4. La persona que miente (por engaño, exageración, precipitación al hablar, etc.) se hace un daño a sí misma. La mentira es auto-destructora; siempre se paga.
5. Mentir para dañar a alguien; robar al pobre; hacer fracasar a alguien voluntariamente, son injusticias “gordas”.
6. Ser justo es dar a cada uno lo suyo, lo que le corresponde: salario, derechos, reconocimiento, gratitud.
7. La falta de integridad se quiere justificar diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir adelante. Es necesario vivir según los principios, aunque esto suponga ir “contra corriente”.
8. Ser honesto es ser transparente; Es necesario desprenderse de las máscaras que el ser humano se pone para defenderse, para ocultar sus inseguridades o miedos. El recelo, la agresividad, las apariencias son algunas de estas máscaras.
9. Una falta de sinceridad, de veracidad, es aparentar una imagen que no corresponde con la realidad. Por ejemplo, aparentar virtudes que no se tienen.
10. Preocuparse excesivamente por “el qué dirán”, aparte de mostrar inseguridad en uno mismo, es una falta de sencillez. También lo es justificarse o excusarse.
MAYO
Decálogo del Esfuerzo
1. Todo lo que vale, exige esfuerzo, disciplina, dedicación. Decídase a emprender ese camino, cada día.
2. La paciencia todo lo alcanza. Cambie la impaciencia por la perseverancia en el empeño. El tiempo es necesario para alcanzar cualquier objetivo.
3. Ejercitar la paciencia es una manera de fortalecer la voluntad: paciencia para escuchar a los inoportunos, para controlar los impulsos, para no contestar mal, etc.
4. Establezca un horario para su vida y ajústese a él, con flexibilidad, pero con exigencia. No lo cambie por cualquier excusa.
5. Lo que hay que hacer, se hace: ¡ahora! Sin aplazarlo. Si algo le supone esfuerzo, esa es una buena razón para hacerlo. Ahí radica la clave de la superación personal.
6. Hable claro, aunque pase un mal rato. Pero hágalo como le gustaría que lo hicieran con usted.
7. ¡Atrévase! Corra riesgos, sin dejar de ser prudente. No se asuste por el miedo a fracasar o por las dificultades que encontrará. Sea audaz.
8. Ejercite la voluntad cuidando los detalles pequeños: organizar el escritorio, recoger un papel del piso, sonreír a alguien, contestar bien el teléfono, cumplir un plazo, etc.
9. Otras maneras de fortalecer la voluntad es perseverar en lo que comienza: una dieta, un plan de ejercicios, el aprendizaje de un idioma, la lectura de un libro… Comenzar lo hace cualquiera; sólo los triunfadores van hasta el final.
10. El autodominio es importante para ser libre, pues de lo contrario se es prisionero de uno mismo. No acepte ser esclavo de sus vicios o de sus sentimientos negativos: sublévese, sepárelos de su vida.
JUNIO
Decálogo de La Comprensión
1. Comprender es entender una idea o una situación, captar el significado de algo. Para comprender algo o a alguien hay que ponerse en su lugar.
2. La Comprensión supone escuchar con animo de entender. Escuchar es asimilar el mensaje de una persona., no sólo oír sus palabras. Si la escucha es empática, se capta además el estado de animo del que habla.
3. Comprender no necesariamente significa aceptar. Entiendo a una persona, pero puedo no aceptar su conducta. Las ideas y la conducta se pueden juzgar y rechazar. A las personas, no.
4. Cuando existe comprensión es más fácil disculpar, ser compasivo, amable y vivir la tolerancia.
5. Ser comprensivo tampoco es ser indiferente: significa respetar a las personas aunque piensen distinto que uno. Y discrepar de las ideas, con razones, sin atacar a nadie.
6. Hay personas que sólo ven lo negativo, sin considerar que cualquier suceso o persona poseen una cantidad enorme de aspectos positivos.
7. Exigente con uno mismo y comprensivo con los demás. Lo contrario dificulta las relaciones interpersonales.
8. La persona poco comprensiva con los demás no suele conocerse bien. No es cociente de sus propios errores. El conocimiento de las propias limitaciones, ayuda a comprender a los demás.
9. Debe existir un esfuerzo real por escuchar y comprender a todos. Y esta tarea debe ir acompañada de otra no menos necesaria: hacerse entender por todos.
10. Escuchar con empatía y hablar con asertividad: he aquí la clave de una buena relación interpersonal.
JULIO
Decálogo de La Confianza
1. Sentir que se confía en uno es la motivación mayor que tiene el ser humano para hacer las cosas bien.
2. La desconfianza genera ansiedad en uno mismo y mueve a la simulación.
3. Cuando se fracasa, cuando las cosas salen mal, se necesitan menos fiscales y más abogados defensores; menos regaños y más ayuda.
4. Es necesario confiar en la gente; pero al mismo tiempo se debe emprender una acción educativa para que todos sepan qué hacer y por qué hacerlo.
5. Además de confiar en los demás, se precisa tener confiabilidad; es decir, ser digno de la confianza de los demás. Se logra haciendo bien el propio trabajo y viviendo con integridad personal.
6. Hay que descubrir en los demás lo positivo que tienen, las posibilidades futuras, las capacidades que pueden desarrollar. Para eso conózcalos bien y confíe en ellos.
7. Confiar, comprender, disculpar y perdonar: son escalones de un proceso.
8. Ser compañeros es estar dispuestos a ayudar, cooperar, compartir, ser solidarios. Ser amigos supone, además, querer lo mejor para el otro y estar con ellos "en las duras y en las maduras".
9. Si usted manda sobre alguien, debe lograr que éstos hagan las cosas por convicción, por compromiso personal, como consecuencia de los principios que quieren vivir. Por eso dirigir es educar.
10. Cuando alguien defraude su confianza, no piense mal de esa persona. Mantenga la confianza y redoble los procesos de ayuda. Acabará sacando lo mejor del otro.
AGOSTO
Decálogo de La Laboriosidad
1. Laboriosa es la persona que ama el trabajo y trata de hacerlo bien.
2. La laboriosidad lleva consigo el afán de aprovechar el tiempo, de concentrarse en el trabajo y de no abandonar actividades a medio hacer.
3. Haga el trabajo con entusiasmo, de buena gana, con empeño, aunque esté cansado y le suponga esfuerzo.
4. Un enemigo de la laboriosidad es el afán de moverse mucho, confundiendo este valor con el activismo. Piense en las hormigas o en las abejas. Huya de la precipitación.
5. Una manera de perder el tiempo es hacer muchas cosas, dispersas, y no acabar ninguna de ellas. Otra forma de perder el tiempo es hacer las cosas mal, pues hay que repetirlas.
6. Un enemigo grande de la laboriosidad es la falta de diligencia; es decir aplazar las cosas, llevar un ritmo cansino, no tener iniciativas…
7. Respete el tiempo de los demás: sea puntual. No interrumpa el trabajo de otros. Prepare las reuniones. Estudie los asuntos antes de hablar con otra persona. Así su tiempo y el de los demás será más productivo.
8. Laboriosidad es hacer en cada momento lo que se debe hacer; no lo más urgente ni lo que más le gusta. Primero lo Primero.
9. Cuando esté cansado haga una actividad que le exija menos esfuerzo; cambie de ocupación. Distribuya los distintos trabajos a lo largo del día y la semana según el nivel de dificultad y su capacidad productiva.
10. El trabajo cuando se hace por valores y con valores desarrolla la personalidad del ser humano, proporciona prestigio profesional, incrementa las propias capacidades, sirve para sacar adelante la familia y contribuye al bienestar social. El trabajo es una bendición de Dios
SEPTIEMBRRE
Decálogo de La Armonía
1. La armonía es belleza, equilibrio, medida. Está reñida con lo estridente y lo chabacano.
2. Armonía es conjunción de actitudes, silencios, matices, palabras, miradas, sentimientos... que reflejan de alguna manera, el bien, la verdad y la belleza.
3. La armonía interior del ser humano está en poseer una jerarquía de valores. También debe existir un orden en el amor: primero la familia, los amigos, después los demás. Antes que nadie, Dios.
4. La armonía produce paz, seguridad y confianza en uno mismo. Hace al ser humano agradable y amable. Ayuda a la empatía. Produce personalidades atrayentes.
5. Una personalidad armónicamente desarrollada es aquella en la que todas las dimensiones humanas están presentes: el cuerpo, el espíritu, la afectividad, la mente y la sociabilidad.
6. Armonizar la propia vida es integrar en un proyecto único el desarrollo personal, el familiar y el profesional. Cuando los tres aspectos se integran en una sola realidad, la sinergia produce un resultado espléndido: efectividad y felicidad.
7. Existe armonía vital cuando hay equilibrio entre el ser, hacer y tener. Y cuando se cuidan y desarrollan los diversos roles que desempeñamos en la vida: que ninguno de ellos crezca a expensas de los demás.
8. Los convencionalismos sociales establecen normas y medidas para el actuar, el hablar, el vestir. Existen dos extremos negativos. Uno consiste en hacer caso omiso de ellos, despreciándolos. Otro sería renunciar ala propia personalidad, al propio estilo.
9. El hogar y la oficina –lugares donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo-, deben poseer armonía: colores, aromas, orientación, objetos, decoración...
10. Si a la armonía se le añade ritmo y vibración, la vida se convierte en una aventura maravillosa. Si todo ello se pone al servicio de un ideal que valga la pena, entonces la vida es apasionante.
OCTUBRE
Decálogo de La Serenidad
1. Serenidad es calma interior, sosiego, estabilidad de ánimo, dominio de uno mismo. La serenidad proporciona una fuerte energía vital.
2. La serenidad no es apatía, impasibilidad o dejadez.
3. La persona serena huye del activismo, es decir del afán de hacer mucho, pero sin dirección y sentido. Tampoco se deja llevar por la precipitación y los impulsos. Actúa después de pensar.
4. La serenidad va de la mano de la ponderación y de la objetividad. No hace tragedia de pequeños sucesos negativos. No dramatiza. Mira los sucesos con realismo, con ánimo positivo.
5. La persona serena conserva la calma sin desesperarse ni desanimarse. Enfrenta los problemas uno a uno, estudiando a fondo cada asunto y tomando alguna decisión. Después actúa con prontitud; de esa forma van desapareciendo los problemas.
6. Conviene dominar los sentimientos, lo cual supone encauzarlos y expresarlos debidamente. Cuando no es así, perdemos el control de las decisiones y de las acciones.
7. La ira y el rencor desestabilizan el corazón y producen amargura. Si no se corta a tiempo aparecerá el odio, pasión que daña al ser humano.
8. “Dame Señor la dicha y yo me encargaré de ser ecuánime”, decía Tagore. Alegría interior, serenidad y ecuanimidad suelen ir unidas.
9. Serenidad para reprender. Serenidad al tomar decisiones complejas. Serenidad ante la injusticia. Serenidad, especialmente, en momentos difíciles.
10. En últimas, la serenidad proviene de confiar en Dios, que nunca abandona a quien confía en el.
NOVIEMBRE
Decálogo de La Tolerancia
1. Ser tolerante es ser paciente, comprensivo, respetuoso y transigente con todos y cada uno de los seres humanos.
2. Conviene distinguir entre persona y conducta. A la persona se le valora y se le comprende. De las ideas se puede y se debe discrepar.
3. La persona tolerante posee un nivel elevado de comunicación efectiva: No se escuda en la tolerancia para no manifestar o defender los principios, tampoco avasalla o impone a nadie sus ideas.
4. La Tolerancia no es un simple acuerdo de no agresión, sino que promueve el entendimiento de las personas e instituciones. Lleva a la unidad.
5. El conformismo o la indiferencia ante el mal uso de las normas y valores no es tolerancia, pues este valor bien entendido debe incluir la ayuda mutua para buscar y encontrar lo mejor para las personas.
6. La tolerancia valora y respeta las diferencias como factores que producen hermandad y sinergizan las relaciones.
7. Nadie posee toda la verdad, puesto que la Verdad es inalcanzable para el ser humano.
8. Tolerar no debe llevar al relativismo y subjetivismo. No puede constituirse en baluarte de la apatía intelectual ni quitarle fuerza a la búsqueda de la verdad.
9. Las minorías y los débiles necesitan del apoyo de todos. La verdadera democracia hace valer el voto de la mayoría, pero sin descuidar o atacar a los grupos o personas más necesitadas.
DICIEMBRE
Decálogo de La Serenidad
1. Serenidad es calma interior, sosiego, estabilidad de ánimo, dominio de uno mismo. La serenidad proporciona una fuerte energía vital.
2. La serenidad no es apatía, impasibilidad o dejadez.
3. La persona serena huye del activismo, es decir del afán de hacer mucho, pero sin dirección y sentido. Tampoco se deja llevar por la precipitación y los impulsos. Actúa después de pensar.
4. La serenidad va de la mano de la ponderación y de la objetividad. No hace tragedia de pequeños sucesos negativos. No dramatiza. Mira los sucesos con realismo, con ánimo positivo.
5. La persona serena conserva la calma sin desesperarse ni desanimarse. Enfrenta los problemas uno a uno, estudiando a fondo cada asunto y tomando alguna decisión. Después actúa con prontitud; de esa forma van desapareciendo los problemas.
6. Conviene dominar los sentimientos, lo cual supone encauzarlos y expresarlos debidamente. Cuando no es así, perdemos el control de las decisiones y de las acciones.
7. La ira y el rencor desestabilizan el corazón y producen amargura. Si no se corta a tiempo aparecerá el odio, pasión que daña al ser humano.
8. “Dame Señor la dicha y yo me encargaré de ser ecuánime”, decía Tagore. Alegría interior, serenidad y ecuanimidad suelen ir unidas.
9. Serenidad para reprender. Serenidad al tomar decisiones complejas. Serenidad ante la injusticia. Serenidad, especialmente, en momentos difíciles.
10. En últimas, la serenidad proviene de confiar en Dios, que nunca abandona a quien confía en el.